Me recuerdas La Verdad sobre lo eterno, y en ti me olvido, y gracias a ello, me despierto…

El roce de tu esencia me intuyo el mundo al que pertenecemos. Aquel en donde un día como hoy susurraría al oído del Eterno, sobre tu nacimiento. Y saltaría del trono, mientras su sonrisa dibujaría una aurora boreal en todos y cada uno de los rincones del Universo.

Y bajaríamos a tu morada en el preciso momento en que los cientos de Ángeles entonarían los himnos eternos… Y el cielo seria azul como ninguno, el mar dibujaría olas con tu rostro y el café se convertiría en Designio bajo la serenidad de un almendro…

Justo en un día como hoy, iniciaría el drama eterno. Con Lucifer encolerizado, sublevado y abandonando la Gloria mientras acepta que en el instante de tu nacimiento, nunca mas volvería a SER el Ángel más bello…


Alguien.

Sobre lo que algunos descuidados llaman Amor…

Me dueles dentro
de lo mas pasajero.

Tu sonrisa,
mientras eleva mi corazón
en hordas de alegría,
llena mi intelecto de desolación y tristeza.
Perfecto juego para recordar
La esperanza tras el olvido.

Dulcemente
calcinas los sueños
que nacen en pos de ti.
Desnudas mi impaciencia,
y a tus pies,
se arrodillan mis defectos.

La placentera seguridad
con la que tu compañía
insiste en alejarme de lo REAL,
es el regalo justo,
que bifurca los caminos
de los cotidiano
y lo Verdadero.

Eres hermoso empujón
con que el cielo me recuerda
que hasta que no le supere,
repetiré las mismas consecuencias.

Iluminándome,
te conviertes,
en un remedio para el apego,
conduciéndome a buscar dentro,
el café que me llevara,
a lo que esta mas allá del tiempo, lo eterno.

...Revolución...
… Es lo único que falta…



Alguien.