viernes, junio 01, 2012

Con mucho cachu’ por favor.


Entre los anuncios en la tv y las fotografías, forjaron en Ángel las inmensas ansias que lo motivaron a trabajar y ahorrar todo lo ganado, excepto lo que le daba a su madre, para comprar la triple ultra máxima hamburguesa de cuatro capas, con papas y refresco extra grandes.

Lavo autos, hizo mandados, ayudo en el taller del barrio, fue delivery y realizo todo acto honesto en el que le dieron oportunidad.

El gran día todo fue como tantas veces en su mente lo había recreado, entro con cara de triunfo, hizo la cola, airoso ordeno   la triple ultra máxima hamburguesa de cuatro capas, con papas y refresco extra grandes para llevar, y salió como quien lleva al mundo en sus manos.

Entonces le vio, sabia perfectamente por que llevaba la cabeza baja, pues ya había presenciado esa misma escena en reiteradas ocasiones.

- Yo no puedo tener aquí a un muchacho de la calle, yo quisiera ayudar, pero si se me lleva algo que me deje con las manos en la cabeza o si anda en malos pasos y un día me acecha y me da un palo. Lo lamento pero no - escucho decir a una vez al dueño del taller.

De inmediato dio media vuelta, pidió una bolsa y un envase extra. Partió equitativamente su botín y le llevo la mitad a quien con una inmensurable alegría, le agradecía como a quien le han devuelto el Alma y la Vida.

- No te preocupes, yo hablare con el dueño y responderé por ti.

Ángel, nunca jamás ha vuelto a comer una hamburguesa tan rica como aquella, así como en su vida entera, nunca ha tenido un día que no este lleno de Milagros y Proezas.

Aylan P.